En Argentina, la práctica del aprendizaje-servicio ha crecido muy rápidamente en los últimos 10 años. Recién a partir de 1997 las políticas educativas nacionales comenzaron a promover la metodología, pero en realidad fueron las escuelas las que “inventaron” el aprendizaje-servicio, ya que las prácticas escolares fueron muy anteriores a la reflexión teórica, las publicaciones e investigaciones.